Testimonio
Enfermedad CeliĂĄca
Mi nombre es Lorena PĂ©rez y fui diagnosticada de Enfermedad Celiaca a los 14 años despuĂ©s de muchos años con problemas de salud que me llevaban a la consulta del mĂ©dico constantemente. Cuando llegĂł el diagnĂłstico en el año 1997, cayĂł como un jarro de agua frĂa en casa. Mis padres jamĂĄs habĂan escuchado hablar sobre CeliaquĂa ni sobre gluten, y con muy poquita informaciĂłn tenĂan que realizar muchĂsimos cambios para intentar que yo recuperase mi salud y mi mĂĄs que mermada calidad de vida.Â
La parte buena es que por fin sabĂamos lo que me pasaba y todo lo que habĂa sufrido durante esos 14 años tenĂa ya una explicaciĂłn y un nombre.Â
Yo no recuerdo aquel momento como muy traumĂĄtico⊠creo que por ser aĂșn una niña lo asimilĂ© rĂĄpido. Para mis padres fue mucho mĂĄs complicado porque dependĂa de ellos que yo me recuperase y pudiera llevar una vida normal. Y con la poca informaciĂłn que habĂa, aquello era complicadĂsimo.Â
Al poquito de empezar a hacer una dieta sin gluten, Ășnico tratamiento a dĂa de hoy para la CeliaquĂa, empecĂ© a notar cosas. Cosas que antes consideraba normales desaparecieron. Como estar agotada a las seis de la tarde, no querer comer, hincharme cada vez que comĂa, tener frecuentes episodios de diarreasâŠ
A las semanas de empezar la dieta sin gluten le dije a mi madre: âmamĂĄ, ahora sĂ© lo que es estar bienâ. Porque durante toda mi infancia habĂa convivido con una enfermedad sin saberlo, sin ser consciente de todo lo que me provocaba.
A pesar de notar mejorĂa rĂĄpidamente, la recuperaciĂłn total tardĂł mucho en llegar. Porque si a dĂa de hoy hacer una dieta sin gluten estricta todos los dĂas sigue siendo complejo -especialmente fuera de casa- en el año 97 era casi imposible a pesar de la ayuda de las asociaciones de pacientes.Â
En el año 2001 me realizaron una biopsia intestinal de control para asegurarse de que todo iba bien.Â
A la hora del diagnĂłstico mis vellosidades intestinales estaban totalmente atrofiadas -de ahĂ los problemas de malabsorciĂłn que habĂa tenido toda la vida- y 4 años despuĂ©s habĂa habido una clara mejorĂa, aunque aĂșn no estaba al 100%. SeguĂa teniendo dĂ©ficits debidos a ese daño intestinal, porque hacer una dieta sin gluten estricta era realmente complejo.Â
Fueron años complicados porque me mudĂ© a Madrid para estudiar y tenĂa a mis padres a 500 km. Ellos eran los expertos en CeliaquĂa, los que se encargaban de hacer la compra, de cocinarâŠÂ y estoy segura de que cuando dejĂ© mi Asturias natal sufrieron mĂĄs que yo. Y pasĂ© una Ă©poca mala. Pero fue entonces cuando comencĂ© a implicarme muchĂsimo mĂĄs con mi salud a todos los niveles: fĂsico y emocional.
Cuando alguien tiene una enfermedad crĂłnica es como quien lleva un peso a la espalda todo el dĂa, y mi objetivo era tratar de aligerar ese peso lo mĂĄs posible. Y conseguĂ que esa mochila fuese mĂĄs ligera a travĂ©s de la informaciĂłn. EmpecĂ© a leer todo lo que podĂa sobre gluten y celiaquĂa y comencĂ© a trabajar con un psicĂłlogo que me ayudaba mucho a gestionar los miedos e inseguridades que tenĂa con respecto a la parte social de la CeliaquĂa, especialmente.Â
Desde entonces han pasado mĂĄs de 20 años y sigo aprendiendo a diario. Trato de ayudar a otras personas que estĂĄn pasando por esa situaciĂłn a travĂ©s de mi trabajo. La Enfermedad Celiaca no es ningĂșn camino de rosas, aunque parte de la sociedad aĂșn lo crea⊠pero con informaciĂłn, con buenos profesionales y con el apoyo de nuestro entorno, la mochila pesa menos.